Imagina que eres un esclavo que avanza por diversas etapas:
- Eres un esclavo a merced de tu atroz amo que te obliga a trabajar para él y te pega arbitrariamente.
- El amo se relaja un poco y solo te pega por romper las normas. Incluso te concede tiempo libre.
- El amo no solo te tiene a ti sino que tiene un grupo de esclavos y él, basándose en principios aceptables para todos, decide como se asignarán los bienes.
- El amo te permite días libres. Solo trabajas para el amo 3 días a la semana y los otros 4 son para ti.
- El amo te permite trabajar donde quieras pero debes darle al amo 3/7 de tu sueldo para corresponderse a los 3 días de 7 que trabajabas para él. Además se reserva el derecho de convocarte para trabajar para él en situaciones de emergencia y de aumentar en cualquier momento la fracción de tu salario que será para él. Además se reserva el derecho a prohibir a sus esclavos el participar en actividades peligrosas que harían peligrar sus ingresos como escalada o fumar.
- El amo permite a sus 10.000 esclavos, menos a ti, votar. Así que pueden decidir qué fracción del salario será entregada al amo y qué actividades peligrosas pueden hacerse y cuales no.
- Todavía no tienes derecho a votar, pero se te permite convencer a aquellos que pueden votar para ejercer su poder de una manera específica.
- Se te permite votar pero solo en caso de empate. Votas y si ocurre un empate, tu voto se mirará y éste decidirá el resultado. (Nunca ha habido un empate)
- Se te permite votar. Pero esto es lo mismo que la etapa anterior ya que tu voto solo cuenta si los demás votos están empatados.
La pregunta es: ¿En qué etapa de la 1 a la 9 esto ha dejado de ser el cuento de un esclavo?
From Robert Nozick.
From Anarchy, State, and Utopia, 290-292 (1974)
Dejar una respuesta